N u e s t r a H i s t o r i a

Óleos y Uvas
U n V i a j e d e I n s p i r a c i ó n y C o n e x i ó n
El 8 de enero de 2022 marcó un antes y un después en la vida de Ana Ortega, una emprendedora con el anhelo de descubrir lo extraordinario en lo cotidiano. Durante un viaje a Nueva York, cansada de la rutina y del típico itinerario turístico, Ana se aventuró en busca de nuevas emociones.


R e g r e s o a C i u d a d d e M é x i c o
A su regreso a Ciudad de México, la sensación de haber experimentado algo transformador se volvió imposible de ignorar. A pesar de probar varias opciones en busca de aquella chispa creativa, ninguna logró capturar la magia y el impacto emocional de aquella experiencia. Fue entonces cuando se gestó la visión que daría origen a Óleos y Uvas, un espacio en el que el arte y el vino se convierten en herramientas para el bienestar, la conexión y la expresión personal.
E l N a c i m i e n t o d e u n a V i s i ó n
Con la convicción de que el arte es un puente para conectar almas y transformar vidas, Ana decide crear Óleos y Uvas. Reuniendo a expertos y diseñando un entorno meticulosamente curado, se plantea ofrecer algo mucho más que clases de pintura: una experiencia integral que combine un servicio excepcional, maestros calificados, materiales de la más alta calidad y, por supuesto, una copa de vino que invite a la relajación y al bienestar.
Óleos y Uvas se ha convertido en un símbolo de innovación y excelencia en el mundo del arte y el entretenimiento. Cada sesión –ya sea en talleres íntimos o eventos corporativos– invita a los asistentes a dejar atrás el estrés diario y a reconectar con su creatividad interior. El resultado: cada trazo no solo crea una obra de arte, sino también un recuerdo tangible de una experiencia que celebra la belleza de la vida compartida y la conexión entre las personas.
